Luis Ramiro Beltrán es boliviano, residente en Bogotá y graduado en la Universidad del Estado de Michigan.
Ha desempeñado el cargo de alto funcionario del CIID y conductor y colaborador de la UNESCO y muchos otros organismos de la comunicación. Sigue la inspiración de los principales teóricos de la comunicación norteamericana.
En 1970 en su tesis de maestría y doctorado, Beltrán mostró preocupación por políticas y planes de comunicación como instrumentos para el desarrollo. Lo hizo siguiendo inspiraciones norteamericanas, pero tratando de ambientarlas a las realizaciones de América Latina.
Beltrán fue el único miembro latinoamericano del Comité de Asesoramiento para formular un Programa Internacional de Investigaciones sobre Comunicación, en 1971, formado por la UNESCO.
En 1973 la UNESCO lo contrató como consultor temporal en su sede central, encargándole sentar las bases organizativas para una reunión de expertos sobre políticas de comunicación en América Latina.
En este documento para la UNESCO, Beltrán especificó las funciones de políticas nacionales de comunicación, detalló sus elementos constitutivos y señaló las áreas mayores de las actividades de comunicación en Latinoamérica a que se referían aquellas.
Beltrán dejó sentadas las bases doctrinales y operativas que no existían en ninguna parte hasta entonces. En 1976, Beltrán produjo y divulgó el Primer Reencuentro Histórico del momento en pro de políticas nacionales de comunicación, señalando sus diversos puntos de origen y analizando los primeros pasos hasta la víspera de la reunión ministerial en Costa Rica, llamada Conferencia Intergubernamental sobre políticas nacionales de comunicación en América Latina y el Caribe, a la cual no pudo asistir.
Beltrán entiende que la importancia del concepto de políticas nacionales de comunicación es que rompe con los esquemas conocidos. La comunicación no se limita solamente a los medios tradicionales y sus contenidos: incluye el sistema de telecomunicaciones, el flujo de noticias, el trabajo de publicidad, los modernos métodos de la informática, el mundo editorial, la labor editorial periodística, la investigación de la comunicación, la formación de los periodistas y la comunicación institucional e interpersonal. En 1984 el gobierno canadiense le otorgó a Beltrán el premio Marshall McLuhan por su amplia y reconocida trayectoria en América Latina. Este premio se le otorga a las más destacadas personalidades internacionales en el campo de la comunicación social.
Para Luis Ramiro Beltrán uno de los errores graves de la investigación en comunicación ha sido el camino que ha elegido para someter a prueba de ultramar generalizaciones basadas sobre investigaciones en Estados Unidos. Varios años de entusiastas informes y artículos de revistas de dedicaron a demostrar que las mismas generalizaciones se aplicaban en ultramar.
En esencia Beltrán sostiene lo siguiente:
1- El cambio general de la estructura social constituye el prerrequisito básico para lograr un desarrollo auténticamente humano y democrático.
2- Los adelantos tecnológicos en los campos de la agricultura y en otros sectores productivos no sólo no conducen necesariamente hacia la obtención de este desarrollo, sino que incluso pueden impedirlo al fortalecer aún más a las élites conservadoras dominantes.
3- La comunicación, tal como existe en la región, no sólo es incapaz por naturaleza de generar desarrollo nacional, sino que a menudo actúa en su contra, de nuevo, en favor de las minorías gobernantes.
4.- La propia comunicación está tan sometida a los arreglos organizativos predominantes en la sociedad, que difícilmente se puede esperar de ella que actúe independientemente como un contribuyente primordial a una profunda y amplia transformación social.